HUESCA.- "Autismo y vida: deseo y realidad, responsabilidad social" es el título de la conferencia que ayer tarde dio el altoaragonés José Luis Bruned Martínez, presidente de la Fundación Autisme Mas Casadevall y vicepresidente de Autismo España, en el salón de actos de la Facultad de Empresa y Gestión Pública. Era la tercera jornada del año de la Diáspora Altoaragonesa, que organizan la Fundación para el Desarrollo del Alto Aragón (Fundesa) y DIARIO DEL ALTOARAGÓN, con la colaboración de Ceos-Cepyme Huesca y Cámara de Comercio, además de Autismo Huesca, la Obra Social de la Caixa y Sonido 54.

Habló José Luis Bruned del autismo visto desde la familia, "que de alguna manera deberíamos ser los impulsores de todos los servicios que estas personas necesitan". Y habló con conocimiento de causa, que lleva 40 años vinculado con todo movimiento asociacionista y profesional "impulsando iniciativas, impulsando proyectos, etcétera", y ahora que "estoy llegando un poco a la última etapa de mi vida, es el momento de explicar mis experiencias". Entre ellas, los convenios de colaboración con universidades españolas y extranjeras en el ámbito de la investigación y la integración laboral.

La larga lucha por mejorar las condiciones de vida de los autistas -dijo- sigue, aunque añadió que hay que reconocer que la situación que había a finales de los años 70 "ha evolucionado mucho y actualmente podemos decir que en el autismo, aunque no tiene cura, la mejora es mucho más evidente que en los años 80, cuando nosotros iniciamos esto".

No obstante, antes de comenzar la conferencia, este periódico preguntó a Bruned Martínez si el esfuerzo realizado por las familias ha ido acompañado por el de las instituciones públicas, y su respuesta fue "no". "Si hablo desde lo políticamente correcto, probablemente tendría que decir que sí, pero si digo la verdad, yo diría que las familias, que somos los representantes legales y hasta yo diría que viscerales de las personas con autismo, hemos tenido que tirar del carro para conseguir servicios, para conseguir subvenciones, para conseguir financiación, porque la función pública yo entiendo que iniciativas, en el terreno del autismo, ha tenido pocas".

Sobre lo que habría que hacer a partir de estos momentos, José Luis Bruned dijo: "habría que mejorar y crear servicios, mejorar el diagnóstico, que actualmente se está diagnosticando aún tarde y mal, y no por personas expertas". Y sería necesario, así mismo, "hacer una política de inclusión en la medida de lo que sea posible" y "poner a estas personas, con todos sus derechos, en el ámbito de la sociedad".

El autismo, añadió Bruned Martínez, necesita de la responsabilidad social, "que en estos momentos, además de ser algo que está muy de moda, es una exigencia y es una realidad. Las familias, si algo queremos, individualmente no podemos conseguir nada, lo tenemos que hacer a través de la sociedad, lo que quiere decir a través de asociaciones, de fundaciones, impulsando proyectos. En el fondo, todas las cuestiones importantes en esta vida tienen una función social que es vinculante".

Finalizada la conferencia, en el Hotel Abba Huesca hubo una cena-coloquio en la que se sirvieron vinos de Bodegas Estada de Castillazuelo.